Estos terroristas son unos salvajes y creen que están haciendo justicia. La entrega de los rehenes ha sido
una alegría para Israel, pero ellos han querido hacer un espectáculo dantesco, lleno de burla e
irrespeto para con estas víctimas que llevan tanto tiempo sufriendo su maltrato. Yo no sé si esas
cosas se pagan en el cielo o si hay un infierno que les de su merecido, pero no hay derecho a hacer ese tipo de
cosas contra seres humanos que tenemos los mismos derechos y deberes de vida. Es más, tenemos la misma
sangre semita por herencia de Abraham, con la diferencia de que los judíos quieren crear, construir,
ayudar a que la humanidad sea mejor y ellos, los descendientes de Ismael llevan en sus venas odio, destrucción,
resentimiento. Es un tema de tolerancia. Si se aprende a tolerar y a respetar las diferencias se puede convivir.
Se ha hablado mucho de dos estados que parecería una buena solución, pero el problema es que ellos
no quieren tierra, más bien quieren a los judios bajo tierra, desaparecernos del mapa y dominar todo el
territorio bajo la ley del Islam. Su cultura, o mejor su incultura no les da para más. No pueden soportar
que los vecinos construyan, cuando ellos sólo piensan en guerra, en destrucción, en acabar con un
pueblo, con una cultura, con una civilización.
En los colegios les enseñan a los niños
a utilizar armas, a odiar a la judíos, pero no les dan una lección de historia donde podrían
aprender a quién pertenece está tierra históricamente. A pesar de saber esa verdad, Israel
por el bien de la convivencia, ha aceptado en los acuerdos, ceder territorios, pero eso no satisface sus
instintos guerreros y su deseo de acabar al pueblo judío.
Se han esparcido por e mundo con ese
discurso de odio, que tantos gobernantes y tantas personas han acogido como caballito de batalla.
Estoy de
acuerdo en que no se puede tener una vision maniquea del mundo, pero no concibo que el mal triunfe sobre el
bien; que seres tan malvados como estos sean apoyados por tantos gobernantes, instituciones y personas y un
pueblo que ha aportado tanto a la humanidad como es el pueblo judío, sea condenado. Aunque me enseñaron
que el diablo no existía en la religión judía, de niños veíamos su imagen con
cachos y con cola como la personificación del mal, del infierno, y parece que los valores del mundo se
han trastocado y ahora lo que prima es el mal y se les da la razón a los terroristas ignorantes. Ojalá
el mundo reaccione antes de que nos quememos al calor del infierno.
Agradecemos su interés en este artículo. Si tiene preguntas, comentarios o desea compartir su perspectiva, le invitamos a hacerlo a través de la sección de comentarios. Su participación nos ayuda a conocer mejor las necesidades de nuestra comunidad y a mejorar continuamente nuestro trabajo.
Para acceder a más artículos y conocer en detalle todas nuestras iniciativas, lo invitamos a visitar nuestra página de publicaciones. Su apoyo y retroalimentación son fundamentales para seguir construyendo juntos una comunidad más fuerte y conectada.